En la vigilia de mi partida, mi abuela vino a dormir a casa. Cada mañana cogía flores de jazmín y se las ponía dentro del sostén para perfumarse y cuando se lo desabrochaba caían flores de sus senos.
Era mágico.
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¿Película?
Era mágico.
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¿Película?
2 comentarios:
Persépolis :D
Pues sí, has acertado, jeje.
Me pareció un acierto que este recuerdo volviera a rememorarse en los últimos segundos de la película. Me resultó muy emocionante.
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